Esta acción deja en vulnerabilidad a los menores y adolescentes que son retornados, señala especialista
El número de infantes y adolescentes poblanos repatriados desde Estados Unidos en este 2024 registró la cifra más alta desde hace cinco años, de acuerdo con estadísticas del gobierno federal. De enero a noviembre de este año mil 392 personas fueron regresadas a territorio estatal—es decir 4.1 menores por día—lo que representó un incremento del 140 por ciento respecto a 2019.
Dicho panorama refleja la criminalización de la migración que, además, transgrede sus derechos humanos, dejando en innegable estado de vulnerabilidad a los menores y adolescentes que son retornados. Lo anterior se agudiza debido a que México no cuenta con las políticas públicas suficientes para integrarlos al contexto social y económico, consideró Arturo Villaseñor García, representante del Observatorio Ciudadano para Migrantes Puebla.
Según información del gobierno mexicano –difundida mediante el boletín estadístico de migración–, en los primeros 11 meses de 2024 se documentaron, en promedio, 4.1 retornos diarios de menores y adolescentes de cero a 17 años desde la Unión Americana a Puebla.
La cantidad de menores poblanos que fueron devueltos a su territorio de origen reflejó un incremento de 140 por ciento respecto a 2019, cuando se documentaron 580 repatriaciones en el mismo periodo. Si bien con el paso de los años la incidencia ha ido en franco aumento, el registro de 2024 destacó por ser el más alto de los últimos cinco años.
De enero a noviembre de 2020 se registraron 520 retornos, para 2021 se disparó a mil 188, el siguiente año fue de mil 350 y el 2023 reportó mil 017.
Repatriación pretende castigar a menores
A decir del defensor de los derechos de las y los migrantes, este fenómeno exhibe la apuesta de acciones punitivas en los controles migratorios por parte de Estados Unidos hacia los mexicanos. A esto sumó que regresar a menores a su lugar de origen es un acto de criminalización, en donde la intención es castigar a los migrantes, dejando a un lado la unificación familiar, como, consideró, debería de ser vista la repatriación.
“En algunos casos salen [de su estado de origen] por violencia o crimen organizado, entonces, si los regresas a un entorno en donde peligra su vida pues están en un estado de riesgo”, sentenció Villaseñor García.
Apuntó que, al llegar a su entidad de origen, los migrantes se enfrentan a una serie de retos para lograr su integración. Entre los desafíos, destacó la adaptación al modelo económico, pues dijo que, si no cuentan con familia ni tampoco con edad adecuada para laborar, es casi imposible que logren obtener ingresos para sobrevivir.
“Muchas personas migran con la finalidad de obtener mayores ingresos para enviarlos como remesas o tener una mejor calidad de vida allá. Si bien en algunos casos las familias los acogen, en otros casos no sucede y ahí tienen mayor dificultad”, subrayó.
Aunque tanto a nivel nacional y estatal hay programas para este sector de la población, hizo hincapié en que no son suficientes para que logren adaptarse a su nueva realidad.
Ante esto, Villaseñor García consideró que se debe intensificar el programa estatal de financiamiento de proyectos productivos, así como fortalecer la coordinación con los municipios para impulsar otras acciones en favor de esta población.
Comportamiento mensual
Las estadísticas del gobierno federal señalaron que de los más de mil poblanos retornados, 791 tenían de 12 a 17 años, equivalente al 56.8 por ciento, mientras que 601, es decir 43.1 por ciento, eran menores de hasta 11 años.
Respecto a su condición de viaje, se precisó que 825 de los menores estaban acompañados. En contraste con los 68 infantes repatriados en 2019 representó un aumento de mil 113 por ciento.
Mientras que en 2024 la cifra de menores y adolescentes que viajaron sin compañía fue de 567. Respecto a los 512 de 2019 la cifra reportó un decremento de apenas 10.7 por ciento.
El comportamiento en estos 11 meses fue el siguiente: el año arrancó con 67 retornos, febrero subió a 96, marzo cayó a 84, abril se disparó a 108, mayo disminuyó a 82, junio cerró con 243.
Para julio, la cifra fue de 114, en agosto creció a 172, septiembre cerró con 150, octubre reportó 139 casos y noviembre finalizó con 137 devoluciones de menores y adolescentes.
La Secretaría de Gobernación (Segob) federal exhibió que la mayoría de los repatriados fueron hombres, con un total de 965 casos, en tanto que 427 fueron mujeres.
El representante del Observatorio Ciudadano para Migrantes Puebla vislumbró que el fenómeno de la repatriación va a seguir creciendo con la llegada de Donald Trump a la administración de Estados Unidos.
“Seguramente, como parte del show mediático que Trump genera, van a existir actos de deportación masivos, pero las detenciones serán la apuesta principal porque representa un negocio lucrativo para las empresas en Estados Unidos y el gobierno de Trump lo que va a hacer es transferir dinero para crear centros de detención y va a generar una economía para criminalizar a las migraciones”, lanzó.
Ante este panorama, Villaseñor García insistió en que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo debe apostar por la creación de políticas públicas para atender la migración, pues dijo que al territorio nacional no sólo llegarán mexicanos, sino también personas de otros países.
“México debe de cubrir de una manera más coordinada con los países de origen de las otras personas que deporten cómo regresarlos a su país de origen o cómo garantizarles una condición regular en el país”, declaró.
Por último, el experto en movilidad humana comentó que a nivel estatal se debe impulsar la creación de una ley estatal de migración para establecer un modelo de atención integral a esta población.