El ayuntamiento romano evalúa una iniciativa para regular los accesos a la icónica fuente barroca de 49,15 metros de ancho y 26,30 metros de alto; los turistas tendrían que desembolsar un euro para visitarla.
El Ayuntamiento de Roma estudiará una propuesta para regular los accesos a la céntrica Fontana di Trevi, de tal manera que los turistas se vean obligados a un pago simbólico de un euro para tratar de proteger uno de los lugares más frecuentados de la capital italiana.
El concejal de Turismo, Alessandro Onorato, se ha mostrado a favor de instaurar un sistema de reserva, de tal manera que todo aquel que quiera contemplar la joya barroca deba solicitarlo con antelación. Para los vecinos de Roma, sería gratuito, mientras que para turistas se plantea “un euro simbólico”.
El objetivo de la medida sería, además, evitar que las personas puedan quedarse en la zona más allá del tiempo permitido, por ejemplo comiendo en escaleras adyacentes.
Onorato también ha reclamado un mayor margen de maniobra de las autoridades locales para regular los alojamientos turísticos, después de que los inmuebles autorizados al margen de los hoteles hayan pasado de 17 mil en el año 2018 a más de 30 mil en la actualidad. En este sentido, ha abogado por vigilar la calidad de estos pisos y garantizar el acceso a la vivienda.