Cifra de desplazados en Gaza llega al millón, objetivo de Israel para invadir la Franja

400 mil desplazados sin familiares que los acojan en el sur malviven en escuelas y almacenes; la ONU denuncia que no entra comida ni agua desde hace 9 días

El número de desplazados en la Franja de Gaza por la ofensiva del ejército israelí ha llegado ya al millón de personas, dijo este lunes en una rueda de prensa la directora de comunicación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), Juliette Touma.

Desde sus oficinas en Gaza, Touma dijo por videoconferencia que estas cifras son «cambiantes» y no paran de crecer, pero que su agencia, con 13,000 empleados y abundantes infraestructuras en la Franja es la mejor situada para observar el alto nivel de desplazamientos.

Cientos de personas para un cuarto de baño

Una gran parte de los desplazados internos han buscado refugio con parientes o conocidos más al sur, como ordenó Israel a fuerza de bombardeos para despejar de civiles el norte de la Franja y empezar la anunciada invasión terrestre.

De ese millón de palestinos que abandonaron sus viviendas en el norte de la Franja —donde se encuentra Ciudad de Gaza, bombardeada a diario desde hace 9 días— al menos 400,000 están siendo acogidos en un centenar de centros de la Unrwa, principalmente escuelas reconvertidas en refugios- pero también en almacenes de alimentos o materiales y sin servicios básicos, «no equipados para seres humanos».

Los refugios están tan saturados que a veces «cientos de personas tienen que compartir un solo cuarto de baño», explicó.

Nueve días sin entrar comida ni agua

Además, advirtió la agencia de la ONU sobre la grave escasez de bienes en Gaza: «Ninguna mercancía ha entrado en Gaza desde el día 7 (de octubre): ni comida, ni agua, ni ninguna clase de ayuda», insistió Touma.

Touma alertó en particular que la falta de agua potable —que llegaba principalmente de desaladoras que funcionan con fuel y ahora están paradas— está llevando a los gazatíes a recurrir a fuentes informales de agua, principalmente pozos excavados de manera precaria, y esto es una fuente muy probable de enfermedades infecciosas.

Por otra parte, la Unrwa ha perdido a catorce trabajadores en los bombardeos israelíes, la mayoría de ellos maestros, precisó Touma.