El leopardo de Arabia fue el primero en llegar a Asia y tal vez Europa, según el estudio, que constata los análisis genómicos del ADN nuclear.
Un equipo internacional liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) de Barcelona (noreste) clarificó la historia evolutiva del leopardo y confirmó que el leopardo de Arabia es una subespecie genéticamente distinta que está al borde de la extinción.
Según informó este lunes el IBE, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Pompeu Fabra (UPF), la investigación logró reunir la mayor base de datos genómicos del leopardo hasta la fecha, incluyendo la secuenciación de novo del genoma completo de dos leopardos de Arabia.
Al contrario de lo que se creía, los análisis filogenéticos del estudio apuntan a que el leopardo de Arabia es más cercano a los leopardos de Asia que a los africanos, añadió el Instituto.
Por ello, la investigación resaltó que los hallazgos pueden resultar claves para reconstruir la historia evolutiva del leopardo y para dirigir de forma eficaz los esfuerzos de conservación del leopardo de Arabia, que está en peligro crítico de extinción.
El leopardo es una de las especies más icónicas y un depredador que a lo largo de la historia ha logrado adaptarse a un gran número de ecosistemas distintos en África, Europa y Asia, indicó del IBE.
Pese a ser tan emblemática, los investigadores indicaron que la realidad es que “conocemos muy poco sobre esta especie” y que de entre sus ocho subespecies actuales, una de las menos estudiadas es el leopardo de Arabia (Panthera pardus nimr).
Esta subespecie, en peligro crítico de extinción, cuenta con tan solo 250 ejemplares que se distribuyen a lo largo de Arabia Saudí, Yemen y el sur de Omán.
Sin embargo, debido a su situación geográfica entre los dos principales grupos biológicos de leopardos (África y Asia), se trata de una población clave para entender la historia evolutiva de estos felinos, subrayó el IBE.
El estudio compiló la mayor base de datos genómicos del leopardo hasta la fecha y tras analizar el genoma completo de dos ejemplares de leopardo de Arabia arroja datos preocupantes sobre su declive genético y confirma que es una subespecie genéticamente distinta y al borde de la extinción.
Asimismo, gracias a la información genómica disponible, el estudio también sienta las bases para conservar las poblaciones de este felino amenazado.
Secuencian el genoma del leopardo de Arabia, una subespecie en peligro de extinción
El leopardo de Arabia fue el primero en llegar a Asia y tal vez Europa, según el estudio, que constata que los análisis genómicos del ADN nuclear de dos individuos sugieren que el leopardo de Arabia es un grupo hermano de los leopardos asiáticos.
Con ello, el estudio contradice investigaciones anteriores basadas en el análisis de ADN mitocondrial, más corto y de herencia exclusivamente materna, que observó un mayor parentesco con el leopardo africano, que es el otro grupo biológico mayoritario.
Los resultados del estudio sugieren que el leopardo de Arabia pudo iniciar la expansión del leopardo desde África hacia el resto del continente asiático y tal vez Europa.
El equipo ha identificado claros signos de extinción en los genes del felino, cuando “la mayor amenaza para el futuro de una especie es la pérdida de diversidad genética”, indicó el responsable del estudio e investigador principal del IBE, Salvador Carranza.
El científico también alertó de que las poblaciones del leopardo de Arabia “son cada vez menores y su alto grado de aislamiento ha provocado la endogamia dentro de las mismas, lo que ha puesto en peligro su viabilidad”.
El IBE resaltó que en la actualidad están en marcha diversos programas de conservación del leopardo en la Península Arábiga con programas de cría en cautividad que no están teniendo en cuenta datos genómicos.
“Con este estudio, hemos sentado las bases de una estrategia de conservación informada genómicamente para el leopardo árabe en peligro”, señaló Salvador Carranza.
En este sentido, el primer autor del estudio e investigador predoctoral en el IBE, Gabriel Mochales, añadió que los análisis genéticos en poblaciones amenazadas “son imprescindibles para evaluar su vulnerabilidad a la extinción y gestionar acciones de conservación”.
“En el futuro, esfuerzos para la secuenciación de todas las especies y subespecies, como el promovido por el Earth Biogenome Project (EBP), el European Reference Genome Atlas (ERGA) y el Catalan Biogenome Project (CBP), serán claves para proteger el patrimonio mundial que representan todos los genomas del planeta”, concluyó Carranza.