La empresa Grupo Proyecta paga a labriegos por talar los bosques donde pretende establecer el proyecto City Lomas Ocoyucan, luego de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se negó a otorgarle permisos para derribar 300 mil árboles para la ampliación de sus desarrollos inmobiliarios de lujo en Santa María Malacatepec, población ubicada en el municipio de Santa Clara Ocoyucan, conurbado a esta capital.
Hasta febrero pasado se habían cortado mil encinos en las caras sur de los cerros de la zona en conflicto; por eso la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) prohibió esa actividad, que sin embargo continúa. Así, en las últimas semanas fueron talados aproximadamente otros 150 árboles.
Mil árboles más fueron derribados durante 2022 y en años previos en la cara norte del cerro de Tepetomatla, de tal forma que se ha arrasado con un total 2 mil 150 ejemplares, aseguró José Emiliano Zambrano Aguilar, habitante de Santa María Malacatepec.
El activista consideró que la estrategia de Grupo Proyecta implica aparentar que las comunidades de la zona están destruyendo el bosque, para que en el futuro la autoridad federal no tenga árboles a los cuales proteger.
En febrero pasado, la Profepa informó que en dos ocasiones consecutivas, talamontes vinculados a Grupo Proyecta violaron sellos de clausura que colocaron inspectores de la dependencia, por lo cual la prohibición se habría trasgredido ya en tres ocasiones.
Zambrano Aguilar sostuvo que los responsables de este daño ambiental operan durante las madrugadas, y entrada el alba bajan con la madera a bordo de camionetas o en los lomos de bestias de carga con rumbo a la cabecera municipal de Santa Clara Ocoyucan, donde gobierna Rosendo Morales Sánchez, emanado de la organización priísta Antorcha Campesina.
La mayor parte de los árboles talados ya habían sido censados por la Semarnat. En un recorrido efectuado por La Jornada de Oriente por los cerros La Presa y Texcal se observó que los árboles aún en pie tienen la marca plateada que la Semarnat colocó para advertir que los árboles no debían ser tocados, lo que poco o nada ha importado a los taladores ilegales.
En esa visita fue evidente que la deforestación ya provoca cambios en dos microclimas, uno de los cuales es un bosque de encinos donde las lluvias, antes abundantes, escasean cada vez más.
El clima cambia de un cerro a otro: mientras en La Presa se percibe una atmósfera árida y cálida, el Texcal es más frío y húmedo, característico de un bosque de encinos.
Como nunca, hoy en ambas colinas proliferan los talamontes que con machetes, hachas, serruchos y hasta con vehículos pesados derriban troncos o se llevan de raíz los árboles llamados copalillos y cuajiotes, estos últimos para adornar las vialidades del sector capitalino Lomas de Angelópolis.
Como respuesta a una solicitud de información hecha a la Profepa sobre la tala en Santa Clara Ocoyucan, la dependencia informó que en dos ocasiones consecutivas talamontes vinculados a Grupo Proyecta violaron sellos de clausura colocados en los cerros de Santa María Malacatepec.
En un comunicado, la Profepa dio a conocer que desde octubre de 2021 realizó diversas actividades para salvaguardar estos bosques, por lo que, derivado de una visita de inspección se impuso como medida de seguridad la clausura total temporal del área explorada a todas las actividades inherentes al cambio de uso de suelo.
Sin embargo, en una visita posterior realizada en diciembre de 2022 se repusieron sellos de clausura, que no se encontraban donde se colocaron, lo que constituiría un delito federal.