Padecimientos crónicos como diabetes mellitus, hipertensión, litiasis renal (cálculos en el aparato urinario), infecciones recurrentes de la vía urinaria o consumo crónico de medicamentos representan las principales causas de enfermedad renal, patología que se caracteriza por alteraciones en la función o en la estructura de los riñones.
Debido a que éste es un padecimiento que en su etapa inicial no causa síntomas ni dolores, es conveniente que los pacientes con estos factores de riesgo acudan al médico familiar para tener un diagnóstico oportuno, afirmó el coordinador de Programas Médicos en la División de Hospitales, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), doctor Roberto Teva Luna.
El especialista en nefrología, señaló que hay recomendaciones estándar para cuidar los riñones en población sana y la nefroprotección secundaria enfocada a pacientes en riesgo, basadas en acciones que promueven cambios en el estilo de vida, así como intervenciones farmacológicas, medidas higiénicas, dietéticas y nutricionales.
La prevención primaria se basa en el consumo de agua simple, reducción de alimentos ricos en sal y disminución en la ingesta de proteína de origen animal.
El Seguro Social, dijo, dispone de diferentes tratamientos para los derechohabientes que presentan el grado más avanzado de la enfermedad renal crónica, en los que la mejor opción terapéutica es el trasplante de riñón, ya sea de donador vivo o cadavérico; diálisis peritoneal automatizada o manual, así como hemodiálisis.
Señaló que cuando la patología se relaciona con obstrucción de la vía urinaria por crecimiento prostático, algún tumor o por acción de una piedra o lito, la recuperación de la función renal es factible. Empero, cuando no se identifica y trata de forma oportuna, la remisión es poco probable.
Además, la enfermedad renal crónica se asocia a patologías como diabetes –su principal causa–, hipertensión arterial, problemas de obstrucción de la vía urinaria (como crecimiento prostático, cáncer cérvico uterino y litiasis renal), son padecimientos que con el paso del tiempo generan un daño progresivo en el funcionamiento de estos órganos.