“Criticar al gobierno, papel que corresponde a la Universidad”…

Imanol Ordorika, reconocido en la academia, pero también en la política, hace un balance sobre el desempeño universitario. En el área a su cargo -otro aporte al país-, se han desarrollado tres amplias bases de datos para conocer la institución y la educación superior en el país

La UNAM “siempre se ha ubicado como una institución crítica al gobierno, porque ese el papel que le corresponde”, dice en entrevista con Crónica Imanol Ordorika, Director General de Evaluación Institucional (DGEI) en la Máxima Casa de Estudios, quizá el académico e investigador más idóneo para hacer un balance sobre el desempeño universitario en los ámbitos educativo, social y cultural.

En el área a su cargo se han confeccionado las bases de datos más amplias en torno a la vida interna de la Universidad, sobre sus contribuciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU y sobre todas las instituciones de educación superior del país, a petición de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Tres sistemas públicos, poderosos, de valor incalculable, los cuales representan ya otro gran aporte a nivel nacional e internacional en materia de “acceso a la información, transparencia y rendición de cuentas”. De estos, hablaremos durante la charla…

En los últimos dos meses (cada lunes) este diario ha acercado a sus lectores a instituciones o actividades vitales para el país, albergadas en la Universidad; apenas un botón de muestra de su cometido social, porque su misión es aún más extensa, inagotable, y habrá en el futuro más oportunidades de seguir hurgando en ella…

Para este cierre, y con la idea de hacer un análisis general, se tocó la puerta de Ordorika, no sólo por sus casi 45 años como universitario -37 como profesor- y su reconocimiento más allá de nuestras fronteras como especialista en el estudio de la educación superior, sino por su experiencia política en el Consejo Estudiantil Universitario, la fundación del PRD y otros movimientos de izquierda.

Al final, las historias contadas sobre la UNAM en estas páginas se enmarcaron en los estridentes embates desde el poder político.

Apenas en marzo pasado, el rector Enrique Graue anunció de manera oficial el arranque del Sistema Integral de Información Académica (SIIA), el cual contiene a detalle los insumos y quehaceres de todas las entidades universitarias, así como de profesores y producción académica. Estaba listo en los primeros meses de 2020, pero su presentación pública se pospuso por la crisis sanitaria.

Su antecedente es el llamado SIDEA (Sistema de Información sobre Desempeño de Entidades Académicas), el cual comenzó a funcionar desde 2010, aunque los datos estaban concentrados, a diferencia del actual, con la posibilidad de hacer búsquedas individualizadas.

“Está el trabajo, por ejemplo, de 37 mil académicos activos, aunque tenemos muchos más: los datos de 82 mil profesores y 408 mil nombramientos, porque hay quienes ya murieron o se fueron a otra universidad. Sabemos también que publican más de 4 mil artículos cada año, y se tienen por cada uno de ellos, además de su producción en revistas, en Web of Science o Scopus (principales bases de datos en investigación), libros publicados, tesis dirigidas, docencia impartida, patentes obtenidas, antigüedad”, describe Imanol.

-¿Por qué es importante que la Universidad cumpla con los criterios de transparencia, rendición de cuentas y acceso a la información?

-No basta que demos conclusiones de auditorías, de cómo se gasta el dinero; es indispensable que, frente a la nación, detallemos los resultados de nuestro trabajo, con datos duros y corroborables. Esto permite derribar mitos, incluso dentro de la UNAM.

-¿Cómo cuáles?

-Por ejemplo, que los institutos de ciencias son mejores que las facultades en hacer investigación, y vemos que facultades como medicina, ciencias y química tienen una producción más alta que la mayoría de los institutos y atienden a un número más alto de estudiantes. Se muestra el gran potencial de investigación de muchas facultades. Un segundo mito: que quienes llegan de escuelas particulares tienen un mejor desempeño que los del pase reglamentado, y resulta que, casi en todas las carreras, quienes vienen de la prepa tienen un mejor desempeño.

-¿Cuáles son los de mayor nivel, en general?

-Los de Prepa 9, porque egresan en el tiempo reglamentario y se titulan más. El pase reglamentado permite que estudiantes de menos recursos económicos entren en la Universidad y, a la luz de los números, tienen mejor rendimiento. Las mujeres superan a los hombres en todas las carreras, independientemente del bachillerato de origen. Y de las mujeres, las de prepa también están arriba. Otro mito más es que el bachillerato universitario tiene un índice de egreso muy bajo: falso, es del 80 por ciento en tiempo reglamentario, que es tres años más uno; en el nivel equivalente en Estados Unidos el promedio es de 82 por ciento, la UNAM está a ese nivel internacional.