En estados como Yucatán, Chihuahua, Guanajuato, Tlaxcala y Zacatecas hubo obstáculos a instalación de brigadas y centros de vacunación. ¿Las excusas? Asuetos inalterables, vacaciones, privilegios gremiales y hasta jolgorios y carnavales pendientes
Pese a la urgencia de vacunas y el dolor creciente en las familias por la COVID-19, factores como burocracia, diferencias ideológicas e intereses políticos entorpecieron la organización de brigadas y puntos de vacunación en las horas previas al arranque de jornadas de atención a adultos mayores.
Líderes sindicales del Sector Salud fueron el principal estorbo, conforme a testimonios compartidos a Crónica por autoridades de las Secretarías de Salud (SS) y del Bienestar, involucradas en el proceso.
Entre los escollos estuvo la negativa a trabajar el fin de semana, para instalar las brigadas encargadas de la inmunización a partir de este lunes por la mañana. “Somos sindicalizados, nosotros no trabajamos sábados ni domingos”, fue excusa constante.
De manera inverosímil, también se argumentaron inclinaciones al jolgorio como fiestas patronales y carnavales…
El plan original para esta segunda fase -en la cual el grupo preferente es el de ancianos- contemplaba originalmente el establecimiento de 1,092 puntos de vacunación en los 333 municipios definidos del país, según información adelantada por este diario desde el sábado pasado. Sin embargo, durante el anuncio formal de domingo, el cual fue encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo se anunciaron 1081, es decir, 11 menos.
Al interior del gobierno se habló incluso de una menor cantidad… En una reunión previa, Gabriel García Hernández, Coordinador General de Programas para el Desarrollo de la Presidencia de la República, refirió a los delegados: “Tenemos que hacer un simulacro en los 333 municipios y los 800 puntos que tal vez van a quedar al final”.
La 4T no ha detallado hasta ahora la ubicación exacta de los puntos instalados…
Una de las secciones sindicales de Trabajadores de la Salud cuyas prioridades eran “el asueto y la fiesta”, dijeron, fue la 67, en el estado de Yucatán.
En la junta previa, realizada el sábado pasado, con representantes de la Sedena, Marina, SS, IMSS e ISSSTE, líderes gremiales de esa entidad y sus voceros, informaron: “El personal de ninguna de las instituciones trabaja en fin de semana, sólo se hacen guardias”. También, advirtieron, no saldrán de sus centros de trabajo, en un intento por boicotear los puntos de vacunación programados en escuelas, plazas públicas y otros lugares no hospitalarios. “Tampoco permitieron que vayan los estudiantes a cubrirlos, porque no quieren enviar a un médico encargado”.
Y lo peor: adelantaron que el martes no habrá vacuna, “porque es martes de fiesta y de carnaval”. Aunque las festividades se cancelaron por la pandemia, esgrimieron la obligatoriedad del descanso “porque en los acuerdos sindicales se votó que no hay trabajo”.
Lo mismo ocurrió en la Sección 27, correspondiente a Tlaxcala: “La gente no quiere instalar las brigadas antes, porque es sindicalizada, lo hará hasta el lunes a las 8 de la mañana”. Y en las secciones del estado de Hidalgo, donde hubo renuencia a la vacunación fuera de hospitales, clínicas y centros de salud, pese a la desconfianza revelada por adultos mayores -en las llamadas telefónicas de días anteriores- de acudir a las unidades médicas a vacunarse, por temor a un contagio.
En Chihuahua fueron reportados centros de salud cerrados o sin personal médico, lo cual frenó la planificación.
En Guanajuato se prohibió a los Servidores de la Nación (SN), voluntarios y demás integrantes de las llamadas brigadas correcaminos verificar la red de frío, elemento fundamental para garantizar la seguridad y el buen estado de las vacunas. “No se nos dio acceso”, fue el lamento.
Y en Zacatecas la justificación fue la inseguridad. “Pidieron dispersar la vacuna sólo en horarios convenientes, de día, debido a los altos niveles de criminalidad en la región”. Esta entidad fue clasificada en la lista de las de “mayor inconveniencia”, por los obstáculos en la definición y supervisión de la red de frío y por la ausencia permanente en las reuniones de las autoridades estatales del ramo, entre ellos el secretario de salud Gilberto Breña.
Ahí, la labor se retardó “por puentes y días vacacionales en curso, así como la escasa presencia de autoridades en los lugares claves. En algunos casos se tuvo que ir a buscar a los responsables hasta sus casas”, confió a este diario un SN.
Durante el domingo, los principales pendientes a resolver fueron: contactar de manera telefónica a casi 400 mil ancianos -registrados en la página mivacuna.salud.gob.mx así como identificados en las llamadas previas- de los municipios seleccionados, para ofrecerles detalles de dónde y cuándo serían vacunados. El número creció conforme se difundió el arranque del proceso.
Además: la asignación de territorio (calles y colonias) para los puntos de vacunación determinados, el cálculo de insumos, la inspección de lugares de almacenamiento y red de frío, así como el registro exprés de adultos mayores en la plataforma federal.
“Los sitios fuera de los centros de salud es un problema que ya sabíamos que se iba a presentar, nos obligó a tener más vacunadores capacitados. En anteriores ocasiones las secretarías de Salud de los estados han salido de sus lugares a vacunar, se ha hecho tradicionalmente en escuelas, por ejemplo”, refirió Ruy López Ridaura, director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades.
Desde el Sistema Nacional DIF, otra de las instituciones participantes en la organización, se propuso idear un Plan B de capacitación, en caso de continuar la resistencia de sindicatos y el impedimento al personal de salir de sus áreas habituales de trabajo…