El Presidente opinó que Elba Esther tendría información que serviría para “que nunca más vuelva a cometerse un fraude electoral en México”.
Andrés Manuel López Obrador, tres veces candidato a la Presidencia de México, pidió hoy a Elba Esther “La Maestra” Gordillo que hable sobre el fraude electoral de 2006, e incluso sugirió que se le podría proteger bajo la figura de testigo protegido.
En 2006, Felipe Calderón Hinojosa llegó a la Presidencia bajo serias acusaciones de fraude. Vicente Fox, de su partido, reconoció que le había ayudado, aún cuando el Código Penal Electoral lo prohíbe.
Gordillo, exdirigente de los maestros, fue arrestada por corrupción en el sexenio de Enrique Peña Nieto el 26 de febrero de 2013. Llegaba en su jet privado desde su mansión en California. Aterrizaba en el Aeropuerto de Toluca. En su momento fue calificado como una vendetta política, más que un acto de justicia.
“Imagínense que ‘La Maestra’ Elba Esther hablara”, dijo López Obrador. A Gordillo se le llama “La Maestra” porque supuestamente ejerció como tal. Fue la dirigente del Sindicado Nacional de Trabajadores de la Educación desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari hasta su arresto.
“A mí me gustaría mucho y sería muy bueno que estas personas hablaran. ‘La Maestra’ Elba Esther ya fue juzgada. Imagínense que hablara y nos ayudara para que nunca más vuelva a cometerse un fraude electoral en México”, expuso en conferencia desde Cuernavaca, Morelos.
Elba Esther Gordillo regresó a la vida pública en agosto de 2018 después de estar presa cinco años acusada de delincuencia organizada y lavado de dinero.
El 20 de agosto de 2018, en la que era su primera aparición pública tras su exoneración, la sindicalista, de 73 años, volvió a la esfera pública con todo y arropada por los suyos, que no dejaron de aplaudirla. “Aquí tienen la imagen que ha predominado durante más de cinco años con respecto a mi persona y es producto de una persecución política, de acoso e injusticia”, dijo en tono teatral.
Detrás suya, se proyectó una imagen entre rejas de la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) presa, con el rostro hinchado y sin maquillaje.
Atacó al Gobierno del entonces Presidente Enrique Peña Nieto por una “orquestación perversa” en su contra, que compraron los medios. Pero “Hoy esta guerrera está en paz”, continuó la mujer, acusada de desviar 2 mil 600 millones de pesos de fondos sindicales para beneficio personal.
Acto seguido, celebró el “derrumbe” de la Reforma Educativa aprobada durante el mandato de Peña Nieto y, tácitamente, apoyó al hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El pueblo y todos debemos estar a la altura de esta nueva etapa en la historia de México”, le dedicó al próximo mandatario. Y en un estilo muy parecido al líder izquierdista pidió trabajar sin “rencores por el pasado”.
Además, criticó a la actual dirigencia del SNTE, que habría llevado a la “autodestrucción” a uno de los sindicatos más grandes de América Latina con casi 2 millones de afiliados.
Desde entonces, López Obrador -que se había pronunciado, al igual que Gordillo, en contra de la Reforma Educativa- aseguró que la exlíder sindical no formarí parte de su Gobierno.
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